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22 julio 2022

familia - 1996


 podría titularse las miradas, que son tres, cada cual con sus pensamientos y sus cosas, pero juntos, no sabemos si durante un descanso en un viaje ó quizá dentro de su tienda o cabaña, pero se trata de una escena repetidísima en todo nuestro mundo, cualesquiera que sea la raza, el color, el nivel de confort ó el país; podría desarrollarse en la sala de espera del aeropuerto de Nueva York, ó en un ambulatorio en Yakust ó Bankok.

El artista sin embargo, goza de la obra en sus preparativos iniciales y al final, una vez acabada. Pero el intermedio es pura lucha con la técnica, puro inventar, acoplar, probar y, si se puede, corregir. Para mi fué un ejercicio más de dibujo que otra cosa, pliegues, arrugas, detalles anatómicos.....La unidad vino de la mano de la luz que inundaba la escena por la izquierda, ahí radicaba gran parte de su resolución, fué para mí de gran ayuda. Disfruté con los ojos del padre, buscando esa pequeña diferencia que siempre existe entre ambos, y, además, el que quedaba más en penumbra debía estar más desdibujado, como si estuviese más profundamente conectado al alma de su dueño.

desgraciadamente he hecho pocos cuadros de éste tipo a lo largo de mi carrera, puede que por no ser demasiado realista, puede que por no gustarme las obras de varios días, puede que por pura pereza en la ejecución fidedigna de múltiples detalles.

 

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