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28 abril 2022

hacia el Naranjo -1999


 Este es del año 1999 como se puede apenas leer en su parte inferior . !ya de hace más de trece años!. Estábamos en plena forma tanto Virginia, mi mujer, que aparece en ese camino de montaña, como yo. Subimos hacia el Naranjo de Bulnes, un enorme monolito de piedra en el corazón del macizo central de los Picos de Europa en el norte de España. Montaña ilustre y codiciada por todos los escaladores de aquí y de fuera, vertical y de una caliza excelente para la adherencia , aliada maravillosa del oficio de alpinista y vieja conocida de una buena parte de mi familia.
El cuadro es de un tramo de la larga marcha desde el collado de Pandébano a la vega de Urriellu, donde se erige el Naranjo. Pero es un tramo muy especial, una angosta barranca entre dos contrafuertes que conforman un valle muy inclinado y siempre verde. La hierba crece alta y tupida entre rocas, piedras y paredones, llenando cada rincón y dando un frescor y una jugosidad a todo el paisaje en contraste con las siguientes revueltas mucho más adustas, secas,e implacables. Por eso la llamamos nosotros desde el primer día que la cruzamos, la Gran Barranca Verde, y creerme que cruzarla es un placer para la mente y para el espíritu, algo menos para las piernas, aunque el camino aún no ha empezado a enseñar todavía los dientes. Si disponeis de 4 ó 5 horas (ida solo) y estais mínimamente entrenados en marcha de alta montaña, acercaros a dormir una noche en la Vega de Urriellu y nunca lo olvidareis. 

iglesia de Comillas - 1997


 como en la inmensa mayoría de los pueblos de España, la torre de la iglesia local marca un hito significativo alrededor del cual se agrupa el caserío ó se desarrolla todo un casco urbano. Es el caso de la villa de Comillas, aún cuando las desigualdades del terreno encogen esta preeminencia y la hacen parecer menos destacable en el conjunto. Empero, y dada la relativa pequeñez del municipio, cualquier visitante no tarda en localizarla y con ella el centro de la vida local.

Al parecer es de la segunda mitad del siglo XVII y, como veis en el cuadro, posee esa hermosa torre de tres cuerpos con campanario y reloj, construida en piedra dentro del estilo característico de la zona y rematada por esa aguja que, a la postre, es el foco esencial de mi obra para lo cual procuré situarla exactamente en el eje central de la misma.

encrucijada - 1997


 cruce de caminos en los alrededores de Comillas al que me dió por darle este nombre, encrucijada, y al que he acudido en muchas ocasiones a pintar; tendré ocasión de referirme a él al presentar otros cuadros. Aunque os parezca un rincón no demasiado exuberante, para mí es atractivo por su cercanía, aislamiento y poseer en sus alrededores un bosque de hayas y eucaliptos recóndito e intrincado.Lo que veis es sencillamente el punto de bifurcación de tres caminos que atrajo mi atención simplemente por las sombras creadas bajo el primer sol de la mañana. El bosque comienza justamente detras de ésta escena y se descuelga enseguida valle abajo.

Teide 2 - 1997


 un homenage al mayor volcán que tenemos en España con sus más de 3700 metros sobre el nivel del mar y nada menos que 7500 desde el lecho del oceáno. Una vista enormemente familiar para todos, en la que he tratado de destacar la naturaleza volcánica del terreno introduciendo aquí y allá toques oscuros y rojizos en medio de una vegetación seca y rala. Además las sombras muy marcadas del relieve de su cono le confieren un dramatismo quizá excesivo, desde luego irreal, pero esa fué mi intención desde el comienzo de su ejecución. 

huracan - 1996


 

la Coteruca - 1996


 la villa de Comillas asciende desde la costa hasta su vértice más alto en la que, desde la segunda mitad del siglo XIX, figura todavía una gran mansión de aspecto acastillado, hoy convertida en apartamentos turísticos, y a su alrededor se extiende un barrio de nombre la Coteruca en la que destacan algunas construcciones singulares, como la que que pinté una soleada mañana de verano : esta casa imitando en su construcción ese estilo inglés muy característico de finales del diecinueve, con sus cubiertas inclinadas de pizarra, sus vetanales salientes de madera pintada y sus porches delanteros soportados por columnas bellísimas.

Las pocas y tenues sombras de mediodía son suficientes para iluminar este paisaje tan abierto bañado por el sol estival, ante el que, solitarias, su encantadora arquitectura parece ofrecerse. 


acantilados - 1995


 

Oyambre 2 - 1995


 declarada Parque Natural por la importancia del ecosistema que contiene, la playa de Oyambre se sitúa al fondo de una pequeña bahía de cara al Cantábrico donde, con una pequeña barca y buena iluminación, podemos pasar toda una noche de verano, mejor con buena mar, pescando potas, pequeño cefalópodo parecido al calamar, que arriba a la superficie en grandes grupos atraída por la luz. 

La playa llega hasta la desembocadura de una ría, la Rabia, y se prolonga hacia dentro por el litoral de ésta, formando un conjunto único bellísimo que engloba la barrera de dunas que se han formado entre ambos arenales en una extensión tal que admite hasta un pequeño campo de golf.

Para cualquier pintor, creerme, el lugar es de ensueño. 

15 abril 2022

Oyambre-1 - 1995


 

aspecto de la barrera de dunas que circunvala la playa de Oyambre. El mar aparece apenas a la derecha y solo para situar con claridad la escena, ya que mi interés estribaba en mostrar el proceso de descomposición de estas formaciones litorales tan comunes en muchas playas, y en dotar a la obra de la mayor profundidad posible, ésto último a base de oscurecer más el primer plano que el resto. Creo que el color es acertado y concuerda con el gris cavernoso de ese cielo amenazante. 

la Lomba - 1995


 una visión un tanto personal de una pequeña iglesia construida en una localidad, Campoo de Suso, a más de 1000 mts de altura, próxima al pueblo de Entrambasaguas, no lejos del Alto de Campoo, a lo largo del siglo XVII y con la que me topé en alguna de las excursiones de los veranos de Comillas de esos años. Bueno, aunque apenas me he ocupado de él en esta pequeña obra, he de advertir que el paisaje que la rodea es maravillosamente....... cántabro

se trata de la iglesia de Sto. Tomás de Aquino y se asienta sobre una pequeña loma, de ahí el nombre del lugar, pués "lomba" es loma en el habla de Asturias y parte de Cantabria. El gigantesco árbol que vemos junto a ella es un tejo, un famoso tejo incluido en todos los inventarios botánicos y al que tuve ocasión de acercarme. Por lo demás el cuadro no es más que un recordatorio de esa tarde, y como tal lo conservo.

playa del Sardinero(Santander) - 1995


 la hermosa y larga playa de la capital de Cantabria bordea el mismo centro de la ciudad inmediatamente después de salir de la bahía sobre la que comenzó a asentarse la ciudad y su puerto. Es pués una playa a mar abierto, sin obstáculos que entorpezcan a las olas atlánticas en su carrera, muchas veces de larga distancia y veloz. En su mitad aproximadamente se encuentra dividida en dos y en éste punto precisamente llevé a cabo este cuadro en el que quise hacer notar la delicadeza y buen gusto con que lo urbano se posa en el borde de la arena: un jardin frondoso de palmeras y tamarindos abrigando los accesos y terrazas, de excelente diseño, con el que la ciudad se asoma al mar.... 

páramos - 1995


 el juego de la luz sobre el paisaje es particularmente caprichoso y espectacular cuando sobre su piel vuela un cielo nuboso descompuesto y roto que abre y cierra ventanas esparciendo broches de color por toda su extensión. Todos lo habreis contemplado con seguridad muchas veces; donde es mas ostensible este espectáculo, quizás no llegue a serlo tanto, es en las estribaciones montañosas, al presentarse, con la elevación de sus laderas, más de cara el propio paisaje.

la obra que veis intenta evocarlo a base de suaves colinas en un ambiente algo hostil y gris. Como veis no he sido parco a la hora de meter "negruras" para sacar densas sombras en contraste con ocres luminosos que conforman los pastos. 

 

13 abril 2022

monte Corona - 1994


 entre las localidades cántabras de Cabezón de la Sal y Comillas se sitúa este enclave montañoso cubierto de un denso bosque de gran belleza y variedad y que necesariamente hemos de superar para pasar de los valles interiores a la costa; en su coronación está el pueblecito de la Hayuela desde el que se accede con facilidad a las entrañas de éste Monte Corona, del que os presento éste apunte.

Hayas esbeltas y de buen tamaño sirven de fondo a ésta de primer plano más detallada. Un paisaje un tanto vertical y muy suave de color sin entrar en demasiados detalles.  

 


muchacha - 1994


 una joven africana adornada con primor y buen gusto y envuelta en un precioso manto de fiesta, posa ante nosotros con una media sonrisa tímida y al mismo tiempo felíz y radiante. Su mirada ligeramente huidiza esta llena de candor.

reconozco que en esta obra anduve algo torpe en el dibujo de la propia anatomía de la muchacha, en especial en sus manos, algo rígidas, sin frecor, pero la expresión de su bello rostro salva todo el conjunto. 


11 abril 2022

invierno - 1990


 patos ateridos soportando un crudo día de invierno, inmóviles y bién arropados con su cálido y denso plumón. El blanco del papel resolvió con facilidad y limpieza los depósitos de nieve. Con los reflejos de sus cuerpos en el agua he de confesar que me extasié, todavía recuerdo la suma atención que puse en su ejecución y la satisfación que me produjo.

Fué un verdadero placer llevarlo a cabo.


la casa del gato con botas - 1984


 No sé con exactitud cual es el verdadero nombre de esta mansión, en Comillas se refieren a ella citando el lugar en que se asienta, el Prado de San José, pero nosotros rápidamente aludimos a ella con el nombre al qué, uno de mis sobrinos, el primero que llegó a este mundo, Nacho, bautizó nada más verla: la casa del Gato con Botas, el del cuento. Me imagino que otros niños la habrán nombrado con cosas parecidas ya que su fantasiosa singularidad se presta a ello.

Si sé que se encuadra dentro de esa arquitectura de finales del XIX y principios del XX, ecléctica por supuesto, y con un regusto gótico, muy extendida por los países anglosajones donde son numerosas las villas de este estilo. En España no vereis demasiadas. Del mismo arquitecto que la que vemos, los sevillanos conoceran indudablemente la Casa Sundheim, que podría recordar a ésta, aunque mucho más formal y sin contar con el encanto y los caprichosos detalles que adornan nuestra joya comillana. 


05 abril 2022

familia en Oyambre - 1989


 mi familia al completo disfrutando !en solitario! de una tarde de playa en Oyambre (Cantabria). En ese año el mayor de los hijos, Alberto, el más alto, claro, debía andar por los diez u once años.

Al cuadro, como veis, le falta un color, casi siempre indispensable: el azul; al menos siempre que haya sombras, estas deben insinuar este tono y aquí pequé de novato y la escena, aún estando bién iluminada, queda grís y quemada. Por contra, para los que nos conocisteis en esos años, si estoy satisfecho de poderse reconocer a cada uno simplemente por sus rasgos fisonómicos, sin rostros visibles.


Santander - 1989


 un pedazo del acantilado que cierra la playa de Mataleñas por su derecha, playa que, sin ser pequeña, no tiene la gran extensión de la tan renombrada del Sardinero que corre paralela a la misma ciudad. Ambas, junto con la de la Magdalena, las tres de una arena fina y dorada, se encuentran dentro de ésta bella ciudad de Santander, en el norte de España.

la rotundidad y belleza de cortes de los estratos rocosos que se superponen en este acantilado atrajeron siempre mi atención y procuré usarlos como protagonistas del inmenso paisaje marino que se desarrolla por encima de los mismos; por ello los situé en primer plano y remarqué todas sus líneas de rotura con sus propias sombras naturales. Además, para reforzar este efecto, me abstuve de pintarlo al completo, hasta su punta, cosa que habría volcado toda la escena hacia el mar abierto en la izquierda y el acantilado habría pasado a ser solo un elemento más del paisaje.

 


04 abril 2022

alcazaba - 1988


aquí podemos ver uno de los recintos defensivos amurallados más importantes de la arquitectura Andalusí, comenzado a construir a mediados del siglo X y orgullo de la ciudad litoral española de Almería, que se desarrolla a su amparo. En el cuadro podemos ver una de sus sólidas torres cilíndricas, posiblemente la llamada Torre de la Pólvora, que, como su nombre indica, contenía el polvorín. A título de anécdota, en ella se instaló uno de los primeros pararrayos, ya en el siglo XVIII, como medida preventiva trás su explosión por la caída de un rayo. Hoy día todo el conjunto ha sido restaurado y es visita obligada por su monumentalidad, el encanto de sus jardines interiores y el dilatado panorama de la ciudad que se ofrece desde sus atalayas.

La obra que estais viendo, aparte de la propia Alcazaba, viene a ser una excusa para representar el árido y seco entorno sobre el que se asienta. Por ello he insistido en los tonos grises y ocres rojizos y me he permitido introducir un pequeño árbol, sin hojas y un tanto escuálido, que podría ayudar a reflejar este ambiente.  

 

chicos en Ucieda - 1989


 tres chicos se están metiendo en una irresistible balsa del río Ucieda que recorre el maravilloso parque natural de esa misma denominación y que frecuentábamos en nuestros veranos norteños. Su lecho está salpicado de rocas en muchos de sus tramos, la mayoría envueltas en verdín y resbaladizas, lo que obligaba a hacerlo siempre con mil precauciones, pisa aquí, pisa allá, hasta echarse ya libremente a nadar. El agua estaba siempre muy fría pero también dulcemente tonificante  y la sensación de relajación total y fortalecimiento trás el chapuzón era algo tan placentero como sentir el paraíso. Ucieda en muchos de sus rincones es, efectívamente, un auténtico paraíso vegetal donde uno cree estar compartiendo la naturaleza con nuestros antepasados primitivos: árboles frondosos, algunos imponentes, y una maleza intrincada y excesiva revestida de musgos y líquenes por doquier y adornada de florecillas de todo tipo, todo ello envuelto en una atmósfera gris y acuosa, te cautivan de tal modo que congelan tu tiempo y te llevan a un estado de plenitud total.

Trás esta presentación y volviendo ahora al cuadro, puedo deciros que intenté reflejarlo a base de crear un ambiente verde, vaporoso y cerrado, un enclave escondido pero penetrado por el resplandor manso y liviano de una mañana gris, resplandor que se deposita en cada uno de los elementos que componen la escena, bosque, rocas, agua y niños.

Inés - 1988


 retrato de mi hija Inés posando envuelta en una gran toalla en la playa. Creo que logré sacar su fisonomía bastante bién en esa edad en que se es todavía una niña; su gesto y la forma en que se arropa indica, estareis conmigo, que la pobre estaba algo aterida y muerta de frío trás salir del mar, lo cual suele ser lo normal en las playas del Cantábrico.

pesqueros - 1987


 dos pesqueros se hacen a la mar desde algún lugar de la costa de Groenlandia con ligera bruma y algo de mar movida. Pinté como veis un litoral alto y montañoso y la neblina me ayudó a establecer la distancia entre las dos embarcaciones y por ende detallar ligeramente el aparejo de la delantera.