Buscar este blog

15 abril 2022

páramos - 1995


 el juego de la luz sobre el paisaje es particularmente caprichoso y espectacular cuando sobre su piel vuela un cielo nuboso descompuesto y roto que abre y cierra ventanas esparciendo broches de color por toda su extensión. Todos lo habreis contemplado con seguridad muchas veces; donde es mas ostensible este espectáculo, quizás no llegue a serlo tanto, es en las estribaciones montañosas, al presentarse, con la elevación de sus laderas, más de cara el propio paisaje.

la obra que veis intenta evocarlo a base de suaves colinas en un ambiente algo hostil y gris. Como veis no he sido parco a la hora de meter "negruras" para sacar densas sombras en contraste con ocres luminosos que conforman los pastos. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario