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28 febrero 2022

pueblo castellano - 1967


a diferencia de las capitales, no digamos de las grandes ciudades, donde la densidad de población y el excesivo precio del suelo urbano derivado en general de su escasez han ido progresivamente aumentando la altura de los edificios, los pueblos de la España rural de hace unos lustros e incluso todavía, no necesitan desarrollarse en altura y la tónica es la de agrupamientos planos, pegados al terreno y con ventanas y balcones mínimos para evitar en lo posible la pérdida de calor.

Hoy día necesariamente se van sustituyendo aquí y allá por viviendas más modernas, más cómodas y si se puede incorporando elementos a imitación de los vistos en la ciudad. En una palabra, el conjunto deja de ser homogéneo y pierde su encanto, a excepción de aquellos municipios que cuentan con ordenanzas que lo controlan.

Pues bién, este del cuadro quiere ser uno de esos hermosos pueblos, todavía intacto, como siempre fué. He procurado conservar su tono ocre y a pleno sol, sin introducier el azul en ninguna de las sombras; las chimeneas, elementos indispensables en el modo de vida rural, son definitivas para armonizar la obra.



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